Rusia inició ejercicios militares en Bielorrusia

La jefa de la diplomacia del Reino Unido, Liz Truss, urgió hoy a Rusia a desactivar tensiones con Kiev, mientras miles de soldados rusos comenzaron ejercicios en Bielorrusia en medio de un despliegue militar cerca de Ucrania que genera temores de invasión en Occidente.

De visita en Moscú, la canciller británica, Liz Truss, urgió al Kremlin a replegar las tropas que apostó cerca de la frontera ucraniana para distender la situación, en declaraciones en una conferencia de prensa junto a su par ruso, Serguei Lavrov, con quien se reunió poco antes a puertas cerradas.

«Lavrov me ha dicho hoy que Rusia no contempla invadir Ucrania, pero estas palabras deben estar seguidas de acciones y nosotros necesitamos ver que las tropas y el equipamiento apostado en la frontera ucraniana sean desplazados a otro sitio», aseveró Truss.

Rusia desplegó a decenas de miles de soldados cerca de la frontera con Ucrania y comenzó una serie de maniobras militares, pero niega las acusaciones de Occidente, sobre todo de Estados Unidos, de querer invadir a la exrepública soviética.

El Gobierno del presidente Vladimir Putin exigió garantías vinculantes de que Ucrania y otras naciones que integraban la Unión Soviética no se sumarán a la OTAN y de que la alianza militar frene el estacionamiento de armas allí y reduzca la presencia de tropas en Europa del Este.

Pero tanto Estados Unidos como la OTAN rechazaron estas exigencias planteadas por Moscú.

 

La reunión entre Truss y Lavrov no tuvo éxito

Lavrov calificó el encuentro con Truss de «conversación entre un sordo y un mudo» y consideró que su par británica no había «escuchado» las explicaciones detalladas de Rusia sobre sus preocupaciones vinculadas a una posible ampliación de la OTAN.

«Tuve la impresión de que nuestros colegas británicos o bien no tienen ni idea de las explicaciones dadas recientemente por nuestro presidente Putin sobre la inexistencia de intenciones bélicas de parte de Moscú, o las ignoran por completo», enfatizó.

Las conversaciones constituyeron la primera reunión entre los máximos diplomáticos de Rusia y el Reino Unido en más de cuatro años.

El reforzamiento militar de Rusia cerca de Ucrania incluye el despliegue de soldados en territorio de su aliada y vecina Bielorrusia, que hoy comenzaron ejercicios que durarán diez días.

«Los ejercicios ruso-bielorrusos se desarrollan con el objetivo de prepararse para detener y repeler una agresión exterior», aseguró el Ministerio de Defensa de Rusia en un comunicado.

Kiev, la capital ucraniana, está ubicada a solo 75 kilómetros al sur de la frontera con Bielorrusia.

Occidente teme que Rusia utilice las tropas presentes en suelo bielorruso para invadir a Ucrania.

Rusia y Ucrania están fuertemente enfrentados desde 2014, cuando el entonces Gobierno ucraniano afín a Moscú fue derrocado por una ola de protestas y reemplazado por el actual, que es nacionalista, antirruso y prooccidental.

Poco después, Rusia se anexionó la península ucraniana de Crimea y apoyó a milicias alzadas en armas en el este de Ucrania en rechazo al nuevo Gobierno de Kiev.

Más de 14.000 personas han muerto desde entonces en combates entre las fuerzas armadas ucranianas y las milicias separatistas, que controlan las provincias de Lugansk y Donetsk, fronterizas con Rusia y ubicadas en una región industrial conocida como Donbass, de mayoría rusoparlante.

En 2015, Francia y Alemania ayudaron a alcanzar los llamados Acuerdos de Minsk, firmados en esa ciudad, capital bielorrusa.

El pacto puso fin a los grandes combates, pero los esfuerzos por lograr un entendimiento político definitivo se estancaron, y las escaramuzas son habituales.

Sin embargo, Ucrania no implementó partes clave del acuerdo, y Rusia la acusó de renegar de sus compromisos.

 

Europa busca una solución diplomática

Representantes diplomáticos del Cuarteto de Normandía, integrado por Rusia, Ucrania, Alemania y Francia, quienes se reunieron por última vez en París a fines del mes pasado sin lograr progresos, tenían previsto celebrar otra ronda de contactos hoy en Berlín en busca de consenso en torno a la interpretación del acuerdo de 2015.

Las conversaciones en Moscú forman parte de una febril actividad diplomática que esta semana incluyó visitas del presidente francés, Emmanuel Macron, a Rusia y Ucrania, y reuniones con Putin y con su par ucraniano, Volodimir Zelenski.

Macron señaló que Putin le aseguró que Rusia no iniciará una escalada, pero también admitió que llevará tiempo encontrar una solución diplomática a la crisis.

El jefe de Gobierno alemán, el canciller Olaf Scholz, visitará Kiev y Moscú el 14 y 15 de febrero.

Scholz se reunió esta semana en Washington con el presidente estadounidense, Joe Biden, quien prometió que un ducto construido por Rusia para llevar gas a Europa a través de Alemania no será puesto en funcionamiento si ocurre una invasión de Ucrania.

En tanto, el primer ministro Boris Johnson, que ya está en Bruselas y luego viajará a Varsovia, anunció que Reino Unido está dispuesto a desplegar 1.000 soldados más en caso de una crisis humanitaria.

«La Alianza tiene que trazar líneas en la nieve y ser clara sobre el hecho de que hay ciertos principios en los que no transigiremos», remarcó Johnson en un comunicado en el que defendió «la seguridad de todos los aliados de la OTAN y el derecho para cualquier democracia europea a aspirar a pertenecer a la OTAN».

En Bruselas, está previsto que Johnson se reúna con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y en Varsovia con el presidente polaco Andrzej Duda y su primer ministro, Mateusz Morawiecki.

 

Estados Unidos acusó a Rusia

Estados Unidos alimentó las diferencias al denunciar que Rusia sigue reforzando su presencia militar en la frontera con Ucrania.

«Hemos seguido observando, incluso en las últimas 24 horas, capacidades adicionales que llegan desde otras partes de Rusia hacia la frontera con Ucrania y Bielorrusia», manifestó el vocero del Pentágono, John Kirby, durante una conferencia de prensa.

«No vamos a dar cifras concretas, pero siguen aumentando», agregó, al tiempo que advirtió que hay «señales de que otros grupos tácticos están en camino».

Kirby cuestionó que Putin «sigue fortaleciendo sus capacidades militares» en la zona, y lamentó que «cada día se da más opciones, cada día fortalece sus capacidades y cada día sigue desestabilizando lo que ya es una situación muy tensa».

Frente a esta situación la OTAN también reforzó su presencia de tropas en el flanco este de la alianza y Estados Unidos trasladó soldados de Alemania a Rumania y desplegó otros en Polonia.

Sobre el tema conversaron Macron y Biden, quien esta semana hablará con otros líderes europeos, según anticipó la vocera Jen Psaki.

Para dar cuenta de la gravedad de la situación, Paski subrayó que Washington alienta a «los ciudadanos estadounidenses residentes en Ucrania a partir ahora mismo».

 

Ucrania sostiene que la situación está «bajo control»

«Hoy existen posibilidades reales de un arreglo diplomático», declaró el canciller de Ucrania, Dmytro Kuleba, quien admitió que la situación es «tensa, pero que está bajo control».

Lo hizo tras recibir a su homólogo español José Manuel Bueno, luego de la visita del presidente francés Emmanuel Macron a Kiev y Moscú.

Macron después de reunirse con Zelenski aseguró que Putin le prometió el lunes no ser «la causa de la escalada».

Kuleba consideró también que las sanciones elaboradas por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, en caso de una invasión rusa y que prevén decisiones sin precedentes muy dolorosas para Rusia, «son un elemento disuasivo importante».

«Rusia provocó las tensiones actuales porque trata de vengarse por la derrota de la URSS (Unión Soviética) en la Guerra Fría», opinó.

«Se trata de preservar toda la arquitectura de seguridad en Europa construida en los últimos 30 años», concluyó Kuleba.